21 de diciembre de 2008

"La última cena"

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Horas antes

07:33
Un malestar de una enfermedad anunciada


Un frío que sube desde mis pies y reposan en mis brazos. Cobijas en el suelo y “El ladrón de Levita”, novela de la vida de un ladrón en agonía, puesto como peluche en mis sábanas fue el cuadro que encontré al despertar. Era obvio mi dolor en los brazos. .

09:00
Exclamaciones de último momento


¡Por qué a mí! ¿Por qué hoy que es la última cena de Navidad con los panas de la U¡¡ Por qué mamá por qué!
Dolores de cabeza, cuerpo y alma. Mala voluntad para hacer las cosas y mal genio para ver la televisión. .
Estoy peor. De la nada aparece el sudor en mi frente y el dolor de mi mano derecha. Claro que no es un síntoma de infarto, pero si de una media decisión hacia la cena que empezó a rodear mis pensamientos…

15:00
Sorpresas


Mi madre, preocupada, me despierta para que almuerce, pero mis síntomas no son los mejores. Decido no ir a clases. Dormitada con agonías exclamó:<>
Bajo con pocas fuerzas al cuarto de mis padres para despedirme. Me siento morir y el drama envuelve mi relato de dolor.
Tres llamadas pérdidas de mi celular y un mensaje de voz sin escuchar. No hay saldo ni para responder el mensaje de Andrea que busca una respuesta afirmativa para ir a la cena.

18:00
Suerte o muerte


Mi madre me sigue viendo mal aunque la fiebre ya no está más en mi cuerpo. Los síntomas parecen estar anestesiados después de la ducha, y prefieren no tener ningún roce con las expresiones. No tengo tiempo para mirar que me pondré. Lo único que espero es que la ropa me resulte cómoda.

19:00
La llamada


Ibeth contesta entusiasta a la voz que finge una salud extrema. Confirmó encuentro y salgo con mi padre de inmediato. Me abriga dos sacos y un pantalón negro. Para que no parezca que llego de un entierro o mejor dicho de mi resurrección combine el atuendo. Llevó una blusa amarilla de alegría y zapatos verdes de muñeca que Juliana me regalo antes de irse para Argentina.

LA CENA


Al llegar todo está calmado. Una mesa con adornos de Navidad y una casita con dulces reciben a los visitantes. No están todos, la mayoría no pudo asistir por varios motivos. Sin embargo, los pocos que fueron alegraron la “Última Cena”, como se había pronosticado.

Todos se saludan y conversan en pequeños grupos. El fútbol parece ser el tema principal de plática hasta que la cena estuvo lista. Nos servimos pavo en trocitos, acompañado con la ensalada de choclos, mango y yogur preparados por la mamá de Belén Rosales; las papas, el tomate, que no podía faltar con la salsa de ciruela.

José Antonio con su jaba de colas y los mil sabores de licores que dejaron a cada invitado con una magia de dolores de cabeza. Las mezclan fueron para todo tipo de gustos, pero también para todo tipo de eventos desafortunados. No se podía esperar los vómitos previos y la fila al baño para desecharlos del cuerpo; los recuerdos y realidades que envolvían a muchos hasta el llanto, y las fotos con las frases de “amigos del alma”.

Horas después todo el mundo estaba mal. Algunos con sus propias maneras de responder al licor en sus venas. No faltaron los trompones, ahorcadas, y falsas llamadas de Daniela De la Cueva. La tranquilidad de Andrea Romero con sus cortos sueños en cualquier sillón. La mala repartición de licor de María Daniela y los llantos que se escuchaban sin ningún motivo de María José, o sea, yo.

La última cena fue escrita gracias a:
Aventura. Música que acompaño la cena.
La foto testigo de quien cayó primero. Protagonista principal: Andrea Romero.
La broma Pica Piedra realizada por María José Casco hacía Ibeth Merizalde: “La dueña que se quedo afuera”.
Una frase en tiempos de embriaguez: “Es mejor sufrir antes de vivir aburrido”, Galo González.
El policía que analizo los estados fiesteros tomando el abecedario: Daniel Viteri
El mejor licor: El agua en el vaso de Andrea Medina.




“Dedicado a todos mis compañeros que asistieron el 18 de diciembre a la última cena del curso. A pesar que el tiempo transcurra, la vida nos olvide compañeros, se que el mismo tiempo nos recordará. Feliz Navidad a todos los presentes y quienes no pudieron ir”.

María José Casco

3 comentarios:

  1. Qué linda Majito, es muy lindo lo que escribes. Yo no pude ir pero al leer tu nota sobre la cena me imaginé un poquito de lo chévere que pasaron. Una muy Feliz Navidad para ti también...gracias por este detalle tan bonito.....

    Un beso.

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  2. Hola nina esta muy lindo solo que la mayoria estuvimos ahi fueron creo 3 personas las q faltaron, jeje esa es la unica correccion espero q tu tambien hayas pasado una linda noche y q estas fiestas esten llenas de amor... besos

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  3. Qué buena historia Majo!!! Como todos estábamos mal como tu dices jajaja, no recuerdo ni los trompones ni las ahorcadas y mucho menos quiero recordar las llamadas jajaja.. Pasamos excelente!! Buen texto!

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