29 de octubre de 2009

Crónica de unas muelas anunciadas



Quizá muchos usuarios o periodistas hayan incluido en sus ideas el titulo de la novela de Gabriel García Márquez para referirse sobre algún hecho en específico. Claro modificada como en esta ocasión con las muelas de juicio. Es que de alguna manera muchos tienen que pasar por este acontecimiento tarde o temprano, fácil o complicado, de largo o corto reposo. Lo difícil es el inicio de nuestra idea principal: “Anunciar su extracción previa la cita médica”.

Se conoce que una muela puede ser peor que una piedra en el zapato y, quizá, más problemática que otros inconvenientes o dilemas, pero ahí estamos listos para lo que sea. “¡Por qué de igual manera te pueden afectar!”, típica expresión de los dentistas que buscan tu bienestar.

Eso me paso. Como muchos no tuve dolores de cabeza ni molestias ni hinchazones, pero los resultados de los rayos X con panorama óseo y maxilar me mostró todo lo contrario. Dos muelas de juicio enterradas a nivel de las raíces de las últimas muelas y topando sus nervios. Por otro lado, la comezón de los dientes de adelante era el típico caso de su torcedura. Bueno, se estaban moviendo de su posición y ya no tenían espacio para quedarse. Así que tome la decisión apresurada de sacármelas.

De un día para el otro el pequeño quirófano me esperaba con la doctora y su asistente. De repente, lo que más me asustó, fue el sonido de los aparatos que abrían el hueso para sacármelas. Con una pastilla tranquilizante se pudo terminar con la extracción: una hora y media de operación, más hinchada que la cara de hámster a la hora de comer y, bueno, con medicamentos pasé más de 8 días en cama. Hinchada, con puntos y perdiéndome de tantas cosas ricas de comer.

Hasta el momento, no puedo salir al sol y sigo hinchada. Según la doctora, aunque ya no está tan hinchado mi rostro, puede seguir así por más de dos meses. Claro –me dijo-, depende el paciente y su caso. Así que según otras experiencias de muelas extraídas que me han contado, pude darme cuenta que cada quién cuenta su propia crónica de muelas anunciadas.


Auque está no es mi radiografía, puedo decir que se asemejan a como estaban mis muelas de juicio antes de la extracción, sólo que las dos de abajo estaban más profundas que las de la imágen.

2 comentarios:

  1. Yo también pasé por esta experiencia y, bueno, he de decir que fue más que nada un trámite, gracias a la anestesia. Eso sí, nunca me vi escupiendo tanta sangre junta.
    Ja,ja,ja, espero que no se te quede cara de hamster. No debes alarmarte por lo que te digan los médicos, ellos sí que siempre se curan en salud (nunca mejor dicho) a la hora de hacer sus pronósticos.
    Y luego ya verás como la dentadura al tener más espacio te queda mejor.
    Besos

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  2. EY!, no me gusta copiar ese título de García Márquez, TODO EL MUNDO LO HA HECHO!...
    jaja aparte de eso, interesante blog.

    Un saludo,

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