8 de agosto de 2015

Andrea Fernández: “Miguel es una compañía que agradezco”.

La dueña de un gato que sobrevivió a un atropellamiento cuenta como a pesar de tener tres patitas tiene una vida normal.

Hace tres años atrás, unos jóvenes a la salida del Centro Comercial San Luis, en el Valle de los Chillos, encontraron una bolita de pelos ensangrentada. Era un gatito de apenas tres meses de edad que había sido atropellado y abandonado. Los jóvenes no lo pensaron dos veces y lo llevaron al veterinario más cercano para salvar su vida. Había  perdido mucha sangre y debieron amputar su pata delantera para que sobreviviera.

Seis meses de cuidados especiales para curar sus heridas y su piel fueron necesarios para que miguel, como lo bautizaron sus rescatistas, volviera a caminar. Así lo recuerda Andrea Fernández, quien lo adoptó después de enterarse que necesitaba un hogar.

“Miguel para mí, en estos tres años que lo tengo, ha sido un compañero. Juntos hemos vivido muchas cosas. Es una compañía que agradezco”, sostiene Andrea, tras comentar sobre la responsabilidad que deben tener las personas con sus mascotas. En el caso de miguel, apenas se convirtió en un adulto, fue esterilizado como un método ético para evitar la sobrepoblación.




La historia de miguel y la suerte de otros animales

Miguel, es un ejemplo de los animales que corren la suerte de ser abandonados o haberse perdido.  La mayoría de veces los animales son atropellados y no tienen la suerte de ser rescatados. En las avenidas Simón Bolívar y  Ruta Viva,  tras dos horas de recorrido por sosanimal, se pudo observar alrededor de 11 animales muertos. La mayoría se encontraron en estado de descomposición.

En ese sentido, Fauna Animal del Centro de Operaciones de Emergencia del Distrito Metropolitano de Quito busca evitar que existan animales de compañía abandonados. Según Cristóbal Alban, coordinador general de la entidad, se trabaja para concienciar a las personas. Además, recurren a los rescates que se receptan al 911. Sin embargo, cuando el animal ha fallecido, la Empresa Pública Metropolitana de Aseo se encarga de recogerlos.

Alban afirma que el COE trabaja en coordinación con las organizaciones de protección animal, como es el caso de Protección Animal Ecuador. Sin embargo, aclara que no todos los animales abandonados son recogidos por estas entidades. El motivo, según explica, es porque existe sobrepoblación de los animales y porque se evita que se genere la irresponsabilidad de las personas que los abandonan a su suerte. 

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