La idea de ser mejores mirando errores ajenos no parece ser una buena opción, cuando no se está en el ejercicio periodístico. Entonces ¿Hay que aprender mirando o hay que aprender siendo parte del desarrollo de esos hechos?. La diferencia es grande.
Los jóvenes estudiantes pueden darse cuanta de lo que no se debe hacer en el oficio periodístico, pero es más fácil, que por emoción del momento, olviden lo que vieron en clase y vuelvan a caer en los mismos errores de sus colegas. Eso sucede porque les enseñan sólo a críticar a los medios y no ser buscadores de su propia autocrítica.
Todos aprenden no sólo con la visión sino con el tacto. No podemos pasarnos criticando toda la vida en las aulas. Debemos salir a conocer el mundo para aprender a equivocarse.
Analizar con nuestras propias teorías: El sentido común ayuda mucho, pero dentro de las aulas se necesita de una teoría de análisis. Lo recomendable es seguir un contexto de los hechos y compararlo. Leer de otra manera al mundo.
La teoría ayuda al hombre ha encontrar la ciencia de lo que parece no existir. Aunque en el periodismo no exista una ciencia exacta, hay autores de libros que permiten ver los hechos de una manera más contextualizada. En otras palabras, ver la quinta pata al gato.
Saussure, Mark, Elgel, Freud tienen en sus textos una ciencia que se aplica en el mundo. Son ellos quizas una guía más puntual para referirnos al mundo.
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