16 de mayo de 2009

Las diferentes formas de ver la vida

Este es un pequeño fragmento de mi diario personal. Lo escribí el 31 de mayo del 2007. Lo más curioso de esto, es que en vez de parecerse al inicio de un diario, fue parte de un análisis de vida

Hoy me levante como todos los días con la responsabilidad de conocer más sobre mi profesión, el periodismo. Después de la rutina en la mañana, salí de la casa a coger el bus. Ahí empezó el análisis de todo. La congestión, la acumulación de vehículos en la ciudad es impresionante.

Recuerdo que en una noticia de un periódico decía que de cada quince personas en el Ecuador, una persona tenía un vehículo. De lujo o no el consumismo de la publicidad (utilizada como una técnica mediática que coloca un producto en el mercado, Harold Laswell), hace que la sociedad tenga la necesidad de comprar.

La gravedad en el Ecuador es que esa manera de comunicación, que es a través del dinero (creado por Adams Smith, en la escuela de Chicago, utilizado en el sistema capitalista), muestra una comunicación manipulada, clásica de la modernidad.

Es que hoy en día la explotación de los recursos naturales y del ser humano es evidente. La sociedad ha revolucionado desde la época primitiva, esclavista, feudalista, capitalista (la que vivimos al momento), está transformándonos. Sin embargo, esa evolución no parece mostrar un cambio al socialismo que es una manera de vida todavía utópica de la realidad, de construcción.

Sí, el capitalismo tiene una fuerza ideológica y económica tan grande. Pero también hay que tomar en cuenta que la sociedad intenta cambiar a través de una lucha ideológica. Aunque parte de la sociedad se da cuenta que el sistema del momento mata a ese ser humano con tanta publicidad, propaganda, donde sólo muestra un supuesto progreso: el pragmatismo del momento (el de ayuda falsa), nadie hace nada.

En el sistema en que vivo, que parece revolucionar con gran rapidez, no muestra cambios de integración, igualdad hacia un socialismo sino que muestra un poder más fuerte que el dinero. Se podría decir más fuerte en el control del ser humano: el biopoder. Si ahora la tecnología (no lugar, Mark Auge) se impone en la sociedad (lugares), se posesiona implícitamente y te devuelve dependiente e individualista. Es posible que te controle totalmente con el poder biológico.

¿Pero que es el biopoder? Es el nuevo modelo de control para la humanidad futura, es la exterminación de la vida natural. Es una hipótesis de evolución futura que muchos expertos temes que pueda ser verdad. En una de las clases de teoría de la comunicación nuestro profesor Miguel Ángel Soto nos explicó que los avances de la “tecnología” nos tienen comunicados con una vida artificial. Uno de los ejemplos claros es que la sociedad se alimenta con productos que llegan desde los químicos y no de una forma natural. El Internet nos comunica con otras personas en el mundo, pero a la vez no es un contacto físico, humano. El sistema te siega de los problemas de la realidad. Mientras se construyen más casas para el buen vivir de la sociedad, el ecosistema se extermina en silencio. Mientras buscamos nuestros propios beneficios, estamos exterminando nuestra propia sobrevivencia…

En otra clase de la Universidad, la profesora de Cine, Gabriella Moya, nos mostró una buena forma en el arte del sonido. El Cd que nos hizo escuchar empezaba con voces indígenas mezcladas con ruidos difíciles de descifrar. Luego, se mezcló con ruidos de ciudad que se repetían durante toda la pista.

Al terminar la clase la profesora mostró al autor del arte. Se llamaba Fabián y era ecuatoriano. Llevaba una ideología capitalista y consumista. Eso explicaba su obra: el amor a ese sistema. Realmente, según la profesora explicaba, el ruido era su existencia.

En mi cabeza existían diferentes ruidos, digo diferentes análisis. Por un lado, un profesor que nos mostraba un análisis del consumismo del ser humano y un posible exterminio de sus generaciones por la forma de vida en que llevamos. Por otro, una profesora que nos mostraba la fascinante vida del sistema actual, lo divertido de sus ruidos, y consumismo.

Finalmente, me quedo algo, son dos visiones y cualquiera que lea esto tendrá su punto de vista y su punto de posición; pero que vivimos en ese estado de perdición nadie me lo quita…

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