Al ingresar al departamento 201 del edificio Galicia, otro color en la realidad se palpita. Los pinceles, los pasteles, las temperas y unas cuantas cartulinas en una mesa llena de tiras cómicas muestran una realidad plasmada en dos personajes de la sección cómic de El Comercio, Ana y Milena. Fabián Patinho, con una mirada intelectual, comenta que no tiene reloj para realizar sus trabajos. En la tarde toma una taza de café y se sienta en su escritorio a dibujar sin conocer el final de su caricatura.
¿Desde cuando dibujas?
Yo dibujo desde niño en realidad. Cuando tenía tres, cuatro años dibujaba todo lo que podía, pero siempre creí que mi dibujo era poco defectuoso. Durante la adolescencia deje de dibujar porque me dedique a chupar, salir a fiestas y a otras cosas. (Risas)
Cuando ingrese a la Universidad seguí diseño porque no sabía que estudiar, y volví a dibujar otra vez. Entonces, ahí entendí que no es tan importante ser exitoso dibujante sino que el dibujo que tienes sirva para comunicar.
¿Qué opinas del cómic del Condorito?
Condorito es básico. Me acompaño desde mi infancia. De hecho el primer cómic que hice, cuando tenía unos ocho años, fue un plagio de Condorito. Se llamaba Aguilardo, era un personaje que en vez de ser cóndor era un águila…
Bueno, Condorito es muy trascendental para Latinoamérica. Respeto bastante lo que hizo Pepo que murió hace rato, y se sigue produciendo en Colombia.
¿Cómo fueron tus inicios en el periódico?
…Siempre quise hacer tiras cómicas, toda la vida, siempre tuve esa obsesión. Casualmente con una amiga que era de arte nos planteamos hacer un proyecto de tiras cómicas. Entonces, con la ayuda de ella reunimos 30 tiras cómicas ya un volumen grande. Luego fui a El Comercio y hable con Pancho Cajas, encargado de esta sección. Vio los dibujos con el editor gráfico y dijeron que estaba muy bien y se empezó a publicar.
¿Cuánto ganas por dibujar en el periódico?
Depende la cantidad de dibujos. Yo no realizó sólo tiras cómicas, dibujo para la revista La Familia, y otras cosas. En un mes estaría ganando entre unos 800 a 1000 dólares, pero eso varia mucho.
¿Para ser tus historias en las caricaturas, lees mucho?
Sí, es más, para vivir leo mucho. Primero, para mí leer es como un hábitat.
Es como comer, bañarme. A veces leo más que bañarme. Segundo, a mí me gusta mucho las palabras. Con los libros conoces nuevas palabras. Se amplía el vocabulario y aprendes mucho más de lo ordinario, lo que ocurre a diario. Los libros te enseñan a ver la realidad más robustecida, más interesante, de diferentes formas.
¿Ana y Milena son personajes inspirados en alguien de carne y hueso?
No. Ana y Milena son personajes inventados. En realidad son idealizadas. Existe un viejo como personaje inspirado en un cuñado mío físicamente. El perro patiño lo dibuje porque me gustas los pugges y espero comprarme algún día, pero para eso tengo que mudarme. (Risas)
¿Por qué Patinho se dibuja?
Me dibujo porque es más fácil. Estoy a la mano porque puedo verme aquí (en el espejo), puedo posarme. No necesito de hombres que me posen… En general todas las obras de un escritor son autobiográficas. Existe la teoría que toda obra plástica histórica de un pintor son retratos de él mismo. Por ejemplo, la obra de Davince es en realidad él, por eso decían muchas veces que la Monalisa era su propio retrato. Es una forma de concepto donde tratas de representarte. Aunque dibujes un perro, estás representándote y haciendo que la gente te oiga a través de otros personajes lo que piensas. Mucho de las cosas de lo que ellas dicen (Ana y Milena) son cosas que yo pienso. No todas, pero muchas veces me caigo a mi mismo.
Foto: http://fabian-patinho.blogspot.com
hola María José. Gracias por el artículo! Pronto, a finales de junio, vamos a publicar un libro recopilatorio de las tiras. Ahí te avisaremos con tiempo. Un abrazo
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