A las 19:30 empezó la función. Las luces se apagaron y el silencio inmediato se mostró en los presentes. Juan Diego Pérez, director de la película, un poco nervioso y emocionado, empezó a narrar los inicios de la trayectoria de Eloy Alfaro. Los contextos históricos que representaron a Eloy en la revolución liberal, y el agradecimiento a las Instituciones y personajes extras que aportaron en el desarrollo del film.
Antes de dar inicio a la película, el director hablo del espacio que tiene el proyecto para la educación: La construcción de la Autoestima e Identidad Nacional en la historia del Ecuador. “En nombre de TAF esperamos que esta presentación sea de su agrado, pero sobre todo, que motiven a la investigación, a la discusión y al análisis de la historia. Con todos ustedes: La Revolución de Alfaro, la película”.
Parte de los hechos históricos se muestran en la película Alfaro. Escenas de aquellos que odiaban Alfaro y aquellos que lo respetaban y defendían su ideología liberal. Mientras tanto Eloy Alfaro, (Nayyib Salazar), en sus últimos años de vida, aún anhela la paz entre el pueblo que lo vio luchar por la Libertad.
“Alfaro es derrocado por última vez y exiliado a Panamá, de donde no debe volver por pena de hallar la muerte desafortunada. Pero Alfaro vuelve, una vez más. La última. El comercio y la banca costeña con el gamonalismo serrano progresista, se apoderan del Estado que ha hecho la revolución y excluyen de manera definitiva el macheterismo popular y a la iglesia feudal. Se exorciza la revolución arrastrando y quemando media docena de guerrilleros entre los cuales el pequeño y anciano cuerpo de Alfaro expía la sangre, el terror, el fanatismo, el radicalismo de un tiempo conmovido en sus cimientos y sobre cuyas ruinas titubea el nuevo tiempo…”
Antes de dar inicio a la película, el director hablo del espacio que tiene el proyecto para la educación: La construcción de la Autoestima e Identidad Nacional en la historia del Ecuador. “En nombre de TAF esperamos que esta presentación sea de su agrado, pero sobre todo, que motiven a la investigación, a la discusión y al análisis de la historia. Con todos ustedes: La Revolución de Alfaro, la película”.
Parte de los hechos históricos se muestran en la película Alfaro. Escenas de aquellos que odiaban Alfaro y aquellos que lo respetaban y defendían su ideología liberal. Mientras tanto Eloy Alfaro, (Nayyib Salazar), en sus últimos años de vida, aún anhela la paz entre el pueblo que lo vio luchar por la Libertad.
“Alfaro es derrocado por última vez y exiliado a Panamá, de donde no debe volver por pena de hallar la muerte desafortunada. Pero Alfaro vuelve, una vez más. La última. El comercio y la banca costeña con el gamonalismo serrano progresista, se apoderan del Estado que ha hecho la revolución y excluyen de manera definitiva el macheterismo popular y a la iglesia feudal. Se exorciza la revolución arrastrando y quemando media docena de guerrilleros entre los cuales el pequeño y anciano cuerpo de Alfaro expía la sangre, el terror, el fanatismo, el radicalismo de un tiempo conmovido en sus cimientos y sobre cuyas ruinas titubea el nuevo tiempo…”
Una hora y media de película donde se narra la vida del “Viejo Luchador”, desde su adolescencia y su madurez. Narrado desde la misma esencia de la historia, de una manera sencilla y ágil. Los sueños frustrados de quién no tenía miedo a la muerte, y que dejo marcado en el Ecuador, los inicios de los procesos del cambio. Así termina la historia con las palabras de Alfaro, y el grito de un periodista –personaje ficticio- que en medio de la misma “hoguera prendida por el fanatismo y el trauma”, lanza su grito para que se queden en silencio: “¡Viva Alfaro Carajo!”.
Al finalizar, un representante de TAF (Taller de Actores y Fábulas), en medio de los aplausos del público, agrego: “Ahora el proyecto ya no pertenece a TAF; ahora pertenece a la sociedad”, y pidió un fuerte aplauso para Juan Diego Pérez.
Al finalizar, un representante de TAF (Taller de Actores y Fábulas), en medio de los aplausos del público, agrego: “Ahora el proyecto ya no pertenece a TAF; ahora pertenece a la sociedad”, y pidió un fuerte aplauso para Juan Diego Pérez.
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Debo reconocer que el trabajo de María José es muy profesional. Se advierte que ama el periodismo, que es su campo de acción y lo hace muy bien. Felicitaciones por la publicación acerca del filme de Eloy Alfaro. Muestra madurez profesional.
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