21 de noviembre de 2013

¿Qué hacer cuando te entregan un monólogo?


Bueno, según mi profesor de teatro no se debe aprender de memoria sino leerlo cientos de veces. En los repasos, mientras prácticas con acciones, el texto poco a poco irá cobrando vida.

Recomendación: cualquier libreto que se entrega al actor debe empezar a tener forma. Es decir, si tienes un personaje en un texto, se debe empezar por darle un nombre, una personalidad, una vida propia (si no lo tiene). Hasta conocer, por ejemplo, que color de camisa le gusta, dónde estudio, con quien vive.

Luego, si es monólogo, como es mi caso (que debo aprender para salir en escena), se tiene que crear el escenario. Para poner en práctica, muestro a continuación mi pequeño monólogo.


Voy a matarla, ¿sabes?

Pienso hacerlo. La mataré a ella y luego te mataré a tí. Sistemáticamente. Con cuchillos muy afilados. Con dos cuchillos distintos. Uno para ella y el otro para tí. Para que la sangre no se mezcle. Aunque a ella voy a torturarla antes. A tí no. A tí te mataré de repente. En mitad de un beso, probablemente. Justo cuando creas que ya todo a pasado. Justo en el momento en que pienses que has conseguido engatusarme. Entonces morirás.


Pese a que es muy corto, debo empezar a dibujar a mi personaje, como recomienda mi profesor de teatro Ivan Morales.

La mujer que habla en ese monólogo se llama Penelope Diaz, tiene 35 años, y es una apasionada amante. Es sexi, y tiene una doble vida, pues es soltera y vive a la espera de un hombre que es casado y con un hijo.

Esa tarde, ella entra cansada y afligida a la cocina. Enojada grita: “Voy a matarla”.

Se refiere a la esposa de su amante, Santiago León. Un hombre que le ha prometido solo mentiras, pues pese a que por varias ocasiones le prometió separarse de su mujer, no lo ha hecho. Pero Penelope la odia. La odia, porque es su esposa, y pese a que no es tan hermosa, vive llena de lujos.

Cuando Penelope termina la frase (“Voy a matarla”), piensa en voz alta. Dice que piensa cometer un doble asesinato. Esta cansada de sufrir.

Mirando en la mesa los cuchillos dice como lo hará de manera sutil.

La mataré a ella y luego te mataré a tí. Sistemáticamente. Con cuchillos muy afilados. Con dos cuchillos distintos. Uno para ella y el otro para tí. Para que la sangre no se mezcle. Aunque a ella voy a torturarla antes”.

En ese momento, mirando la fotografía de su amante y su actual esposa, se seca sus lágrimas y dice:

A tí no. A tí te mataré de repente. En mitad de un beso, probablemente”.

Lo siguiente que hace Penelope, es besar la fotografía. Un beso directo a la boca de su amante Santiago. Una simple imagen, donde se lo ve sonriente y sin mayores preocupaciones.

Una sonrisa premeditada y burlona separa la tristeza de Penelope para terminar su venganza.

Justo cuando creas que ya todo a pasado. Justo en el momento en que pienses que has conseguido engatusarme. Entonces morirás”.

Bueno, dando color a este monólogo, cualquiera quisiera interpretar a mi querida Penelope.

2 comentarios:

  1. ¡Ah, la creación del personaje! El trabajo más intenso y hermoso del actor. Es el momento en que podemos entirnos dioses, con esa capacidad de crear a un ser humano, con toda su tridimensionalidad.

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  2. Si gracias Nims, en verdad me sentí una Diosa escribiendo esto.

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