13 de septiembre de 2009

Caso Honduras desde la mirada mediática (II parte)

Breve resumen, con ejemplos, en el manejo de la información en otros casos políticos y el gran dilema de la libertad de expresión.

Con los puntos sobre la mesa del problema central, mostremos algunos ejemplos, por lo que los medios de comunicación han transmitido como eje de noticias: “La democracia”, pero también sobre el más grande dilema: “La libertad de expresión”, por el cual deben gozar todos los ciudadanos.

Según el Código del periodismo profesional, “la libertad de expresión del pensamiento es un derecho fundamental del hombre y piedra angular de todas las libertades consagradas en la Constitución Política…” También rescata: “La libertad de expresión se plasma esencialmente en la libertad de información y de opinión a través de los medios de la comunicación social”. Este código según el capítulo VII (Art 44), Está aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional de la Federación Nacional de Periodistas, en la ciudad de Cuenca del 17 de noviembre de 1978.

Para los medios la libre expresión se encuentra amenazada no solo en el Ecuador sino también en Venezuela. Pero más allá de sus puntos de vista de los medios, es como manejan la información – sobre todo-, cuando tienen a un contrincante al mismo nivel en opinión o de posición política. Es clave nombrar uno de los casos de conflicto mediático en Venezuela a través de un titular: “Sindicato mundial de Venezuela denuncia autoritarismo de Chávez” . En la noticia se acusa al mandatario venezolano de no renovar el canal de RCTV.

En fin la noticia llegó a oídos internacionales de la Sociedad Interamericana de Prensa y Amnistía Internacional. Los mismos que acusaron al mandatario de ir en contra de la libre expresión.

En el Ecuador, en cambio, el debate de la libertad ha sido manejado por varios puntos de vista. Por un lado, los medios que se defienden y se sienten victimas del maltrato verbal de un presidente de izquierda. Por otro, un Gobierno que se ve afectado por publicaciones con dobles sentidos o que desinforman, con el único propósito de desprestigiar una estructura política.

El caso del diario La Hora, por ejemplo, el más sonado y uno de los primeros conflictos Medios-Gobierno, que dividió a la sociedad a través de diferentes puntos de vista. Por un lado, un mandatario que se lo muestra como un autoritario, y por otro, la mirada de una prensa mediocre.

Hay que tomar en cuenta, que el concepto de libre expresión de prensa en la práctica no tiene límites, pues siempre será cuestionada y debatida a cada momento. Eso es lo que sucedió, por ejemplo, en los titulares del diario La Hora “Correa asalto la Junta Bancaria”, o la reunión donde la prensa cuestionó a un mandatario de maltratar a un periodista (Emilio Palacio) en la reunión titulada: “La libertad de prensa se debatió ayer en Carondelet” .

Hechos que se vuelven historias con poco material de análisis y pocos puntos para generar opinión publica. En este último caso, la distorsión de la información fue clara. La elección de la información y la interpretación que tiene cada periodista para mostrar los hechos. La información de la versión donde hacen noticia de los otros noticieros. Los que se prestan información sin dar espacio a la reflexión.

Aquel 21 de mayo del 2007 la noticia sesgada la tenían todos los medios. Prensa escrita, televisiva se pusieron a favor de Emilio Palacio. Era clara la omisión de la información, pues ningún otro medio mostró otras imágenes en la reunión sino sólo la polémica. Se creo una realidad artificial.

¿Ahora, se puede decir que estos hechos son aislados? ¿Quizás porque existen conflictos encontrados con algunos medios hacia el Gobierno o viceversa? ¿De alguna manera son gajes del oficio?

Me apoyo en una pequeña reflexión de César Ricaurte, director de Fundamedios:

“Apuesto, rotunda y definitivamente, por la libertad de prensa. Asumo, como periodista, que cometemos muchos errores y que actuamos de forma errónea de manera constante. Admito personalmente que incurrí en numerosas fallas mientras ejercía como periodista. Como sé que las compañeras y compañeros periodistas en Ecuador saben que yerran reiteradamente.
Muchos de nuestros errores tienen justificación. La información tiene que fluir con rapidez porque la noticia es fugaz y lo que tarda en comunicarse no es noticia sino historia. Y lo que se hace con premura, suele tener defectos”

Sí, los medios tienen la mayoría de culpabilidad en cuestión de hacer la información. Lo hacen porque los periodistas recogen la información y la construyen según su perspectiva. Su punto de vista o posición política se encuentra implícitamente en cada noticia que se transmite para la sociedad.

Entre los recientes casos está el caso de Jaime Sánchez, asesor del presidente Correa y sus cinco pasaportes. Los cuales fueron enfocados de una manera sospechosa en los medios de comunicación. Vanguardia, la revista que sacó como primicia la nota, lo señalaba en varias fotos con un círculo rojo. Siempre atrás del Presidente y sin claridad en su mirada.

La primicia juega mucho en las agendas políticas. No solamente se crean actores políticos, sino mostros y victimas de la información. Teleamazonas, canal 4 de Ecuador, fue quién mostró los detalles de Jaime Sánchez sin entrevistarlo. Se transmitió más que certezas, dudas. La música de fondo era lo que más suspenso le dio a la historia.

Quizás, como el texto de Ricaurte, el problema o mejor dicho la justificación de estos hechos, son porque la noticia tiene que correr con rapidez. Sin embargo, hay que tomar en cuenta también: ¿Qué construimos como noticia? ¡Rumores?

“Erratas, el poder de la palabra”, es uno de los programas de Gama tv, canal 2 de Ecuador, creado con el fin de buscar la autocrítica en la función de los periodistas, reveló la otra verdad del hecho. El mismo asesor indignado llegó a las instalaciones del canal para dar su versión. Según el asesor dijo que a través de una carta explicó a los medios de prensa escrita y a Teleamazonas, luego de publicar el supuesto hecho, la justificación de sus cinco pasaportes. Sin embargo, ninguno de los medios se había retractado. Al contrario, el tema se fue olvidando de las agendas mediáticas.

Otro de los grandes errores que tiene la prensa ecuatoriana, es que nunca publican sus faltas en lugares visibles. Y si son medios televisivos, no lo vuelven a pronunciar de nuevo.

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