En el espacio Porque todos tienen algo que decir, Juan Maldonado, invitado de Expresiones, da su opinión frente a la lucha de los derechos que enfrenta un ciudadano homosexual en Estados Unidos. A continuación nos muestra la otra mirada que tiene el país dónde actualmente reside.
Nuestros derechos en otro país
Vivo en un país que se puede conseguir -todo absolutamente-, tanto lo bueno como lo malo. Las regulaciones son simples, pero la situación se vuelve complicada cuando se emigra a los Estados Unidos, al lugar que muchos sueñan. Por ejemplo, según las formas Regulatorias Humanitarias de Amnistía, en USA, protege a los homosexuales que prueban que realmente son discriminados, perseguidos o amenazados. Claro, eso si cumple con todos los requisitos que pide la Institución.
En la actualidad, por otro lado, su situación también tiene una gran ventaja: están organizados. Existen grupos respaldados por ciudadanos homosexuales que luchan día tras día para defender sus derechos. El principal interés, de su organización, es obtener el mismo beneficio legal que tiene un matrimonio heterosexual. Por decir, cuando un matrimonio no tiene suficiente dinero para sustentar a su familia, durante el año, el gobierno les otorga la famosa recompensa de impuestos, que consta del cuidado médico y seguro más baratos, entre otros.
El gobierno también ayuda con el seguro maternal, creado para solventar gastos mientras la madre se recupera y cumple con su período maternal (independientemente que trabaje o no). Beneficios que las personas solteras no disfrutan y que, por ende, es la gran razón de lucha de las personas gays. Sin embargo, aunque se logrará conseguir el derecho que contempla el matrimonio, seguirían exentos de algunos beneficios (como el mencionado anteriormente). Pero sí se aprobara este derecho en la ley, sé que también cumplirían con su primer paso de lucha. ¿Qué les parece?
El problema del homosexualismo, lo considero como humano ya que ellos defienden su forma de ser, de expresar y de actuar. Nadie en el mundo tiene derecho de marginar a ninguna persona, pues el único que puede juzgar es Dios y nadie más.
ResponderEliminarLa homosexualidad no es un problema, el problema está en la discriminación, además en cualquier país los derechos e igualdades son distintos, talvez en algunos países el matrimonio gay sea aceptado, pero en otros eso no se da.
ResponderEliminarPrimero hay que luchar por derechos humanos más equitativos, sin discriminación. Creo que así las cosas se darían más fácilmente.
A fin de que las taras sociales vayan puliendo sus percepcioes, me sumo al grupo que defiende la libertad de sexo sin embargo pongo mis reservas en cuanto a la adquisición de derechos parecidos a los que ejerce un matrimonio heterosexual por ejemplo.
ResponderEliminarPepe.